

Oh Jesús, a través del corazón inmaculado de María,
te ofrezco mis oraciones, obras, alegrías y sufrimientos de este día en unión con el santo sacrificio de la Misa en todo el mundo.
Los ofrezco por todas las intenciones de vuestro sagrado corazón:
la salvación de las almas, la reparación del pecado, la reunión de todos los cristianos.
Los ofrezco por las intenciones de nuestros obispos y de todos los apóstoles de la oración, y en particular por las recomendaciones de nuestro Santo Padre este mes.